Se ha señalado que la idea de que el aire podía ser "fijado" en los cuerpos sólidos fue defendida por Stephen Hales a principios del siglo XVIII. A mediados del siglo, sin embargo, los trabajos de Josep Black con la magnesia alba (v.) y otras cales (v.) introdujeron un significado más limitado a esta expresión. Black empleó la expresión "fixed air" para referirse a "una especie particular" que se encontraba difundida por toda la atmósfera y que era capaz de entrar en combinación con la cal viva (quick-lime) (v.). Black adoptó esta denominación a regañadientes:
"La cal viva (quick-lime) no atrae el aire cuando éste se encuentra en su forma más ordinaria, sino que sólo se puede unir a una especie particular que se encuentra dispersa por la atmósfera, bien en forma de un polvo extremadamente sutil o bien, más probablemente, en forma de fluido elástico. A esto he dado el nombre de "aire fijo", quizás bastante inadecuadamente. Sin embargo, pienso que es mejor emplear una palabra familiar en la filosofía que inventar un nombre nuevo antes de tener pleno conocimiento de la naturaleza y propiedades de la sustancia"
La expresión fue utilizada en los años siguientes con ambos significados, tanto para designar en general a los fluidos elásticos que eran capaces de fijarse en los cuerpos sólidos como para denominar al fluido elástico que Black había estudiado y descrito según las propiedades que han sido señaladas en el capítulo II de este libro. La expresión alcanzó gran popularidad, no sólo en círculos académicos. A finales de la década de 1770, José Viera y Clavijo (1713-1813) impartió cursos sobre los "aires fijos" para el selecto público que asistía a las reuniones organizadas por el Marqués de Santa Cruz y publicó un poema didáctico sobre el tema. En 1783, en un popular libro de texto, el famoso boticario Antoine Baumé criticaba la denominación "aire fijo" y su empleo para designar un amplio grupo de sustancias elásticas obtenidas mediante diversos procesos (destilación, efervescencia, fermentación) y diferentes sustancias (álcalis, ácidos, materiales espirituosos). Lavoisier adoptó también inicialmente la expresión "aire fijo" en su sentido más general, aunque progresivamente fue limitando su uso para designar el fluido elástico que Black había identificado en sus estudios sobre los álcalis. Para éste último también empleó otras expresiones como "aire mefítico", "vapor ácido mefítico" o, simplemente, "ácido mefítico" que fueron también empleadas en la época, junto con otras como "ácido fijo" (Priestley), ácido aéreo (Bergman) o ácido de la creta (Guyton de Morveau). Finalmente, las investigaciones de Lavoisier mostraron que esta sustancia estaba formada por carbón y oxígeno y fue rebautizado con el nombre de "ácido carbónico".